Informe apocalíptico de la Guerra de los 33 días
Nota de los traductores: Presentamos un informe completo sobre la Guerra de los 33 días de Israel contra Líbano que realizó el Khiam Rehabilitation Center for the Victims Of Torture (KRC) y se ha utilizado por el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra la semana pasada para sus deliberaciones. El título de esta traducción corresponde a los traductores. Hay más información e imágenes del KRC en su página: www.khiamcenter.org. Para contacto: Khiam Rehabilitation Center for the Victims Of Torture (KRC), Beirut, Líbano. Móvil 00961 3 379612. Fax: 00961 1 701692. P.O.Box: 14-5843 Email: krc@khiamcenter.org y khiam_center@hotmail.com.
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La Guerra de los 33 días de Israel contra Líbano no fue una reacción por la captura de dos de sus soldados por Hizbolá el 12 de julio de 2006.
Algunas noticias redactadas en Israel y Estados Unidos revelaron una intención disimulada de motivar la guerra contra Líbano, dirigida a destruir su infraestructura para desplazar las aldeas sureñas y acabar con Hizbolá como resistencia. La captura de los dos soldados israelíes fue la oportunidad perfecta de Israel para llevar a cabo su proyecto. La atrocidad de la guerra manifestó con claridad el odio de Israel contra Líbano, su pueblo y su resistencia. Los bombardeos no diferenciaron niños, hospitales, ambulancias o centros de culto; ni siquiera personal de prensa.
El precio que ha pagado Líbano durante la guerra y después de ella.
Víctimas
Israel perpetró un horrendo genocidio en Líbano. El elevado número de carnicerías contra civiles en sus camas, carros o calles sólo se puede describir como salvaje.
Las masacres: no exageramos al decir que cada uno de los 33 días de guerra fue una carnicería. El número de víctimas llegó a 1.283, de los que un tercio eran niños, y 4.055 heridos.
Jueves 13 de julio de 2006:
Dweirs: Al amanecer, los aviones militares israelíes destruyeron la casa de Sheikh Ali Akaches sobre las cabezas de sus residentes que dormían.
Número de víctimas: la familia completa, compuesta por el padre, la madre y sus hijos, cuyas edades iban de 1 a 18 años.
Las víctimas fueron enterradas el mismo día en su pueblo.
Bafflays: La aviación ataca la casa de Mounir El Zein.
Número de víctimas: 8 civiles, entre ellos dos ciudadanos de Kuwait, un hombre y su hijo.
Los cuerpos de las 6 víctimas libanesas se depositaron en un cementerio colectivo en Sour el 21 de julio de 2006. Después los exhumaron y enterraron en su pueblo cuando acabó la guerra.
Shours: La aviación ataca la casa de Ali Khassabs.
Número de víctimas: siete civiles asesinados.
Sus cuerpos yacieron al aire libre varios días antes que fueran transportados por los rescatadores de la Defensa Civil de Sour. Los depositaron en un cementerio colectivo en Sour el 21 de julio de 2006. Después los exhumaron y enterraron en su pueblo cuando acabó la guerra.
Viernes 14 de julio de 2006:
Zebkine: Al amanecer, los aviones atacan la casa de tres pisos del alcalde Naim Bzel.
Número de víctimas: once civiles asesinados, además de Naim Bzel, sus hijos, su esposa y siete de sus jóvenes nietos.
Se enterraron los cadáveres en un cementerio colectivo en Sour, el 21 de julio de 2006. Después los exhumaron y enterraron en su pueblo cuando acabó la guerra.
Zahra Bzei, uno de los vecinos, señala que los visitó justo antes de la masacre y regresó a su casa. Minutos después escuchó un gran estallido y supo que estaban bombardeando la casa. Corrió hacia allí. Salvó a una pequeña y la llevó lejos de la escena de la masacre para evitarle que viese sus padres despedazados. Después regresó con otros civiles a buscar supervivientes. Desgraciadamente todos los residentes estaban muertos. Los niños durmiendo en sus camas y los adultos sentados en sus sillas, pero despedazados.
Yatters: La aviación ataca la casa de la familia Souwaydans.
Número de víctimas: cinco muertos.
Los cuerpos se depositaron en un cementerio colectivo en Sour el 21 de julio de 2006. Después los exhumaron y enterraron en su pueblo cuando acabó la guerra.
Sábado 15 de julio de 2006:
Marwahine o New Kanas: A las 10 a.m., aviones y buques de guerra atacan brutalmente a las personas que tratan de huir de Marwahine.
Número de víctimas: 23 civiles, entre ellos 18 niños a los que quemaron vivos en una camioneta, cuando trataban de sacarlos de Marwahine.
De hecho, los israelíes antes advirtieron a los residentes a través de altavoces que debían evacuar la región. Mientras se dirigían a Sour, buques de guerra y aviones israelíes los bombardearon intensivamente y los despedazaron. Los transportaron en un vehículo refrigerado al hospital público de Sour. Depositaron a las víctimas en un cementerio colectivo en Sour el 21 de julio de 2006. Después los exhumaron y enterraron en Marwahine, el 17 de agosto de 2006, es decir, cuatro días después de terminar la guerra.
Todavía el día anterior al entierro colectivo, el CICR encontró los restos de Fawzia Abu Hadla (de 70 años), que habían volado varios metros de la escena del crimen por un misil.
Zeinab Abdelallah (19 años) sobrevivió de milagro, pero perdió a su padre, su hermano menor, seis de sus sobrinos más jóvenes, su hermano mayor y su esposa embarazada de cuatro meses. Su sobrina Lara (6 años) sobrevivió, y el único familiar que le queda es su padre, que no estaba con ella en ese momento.
Marwa Abdelallah (10 años) sobrevivió. Perdió a su madre, a su hermana Mirna (12 años) y a su hermano Hady (6 años). Su hermano Wissam aún se recupera de las quemaduras de tercer grado que le causaron las bombas de fósforo.
Zeinab recuerda que cuando que se dirigieron a las instalaciones centrales de la UNIFIL (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano) cerca de la aldea, para refugiarse, los rechazaron. Como consecuencia, se dirigieron a Sour. Cuando llegaron a la intersección de Shameh y Albayada, cerca de las faldas del Nakuras, la artillería Israelí los bombardeó. La primera bomba no hirió a nadie, después el bombardeo masivo de los aviones elevó el número de víctimas a 23.
Zeinab todavía no entiende cómo pudo sobrevivir mientras su padre fue desbaratado en pedazos sentado a su lado. La tormenta creciente la cegó. Cuando llamó a su padre él no respondió, sólo escuchaba los lamentos de Lara y Marwa, sus sobrinas. Las tomó y fueron hacia los bosques. Corrieron durante hora y media. En un camino cercano se encontraron con un hermano de una aldea próxima que las llevó al hospital e informó al CICR.
Los rescatadores llegaron a la escena de la masacre horas después. Afortunadamente ¡Wissam aún estaba vivo! Relata cómo escuchó a las tres niñas gritando y las miró huir. Quería seguirlas pero estaba muy herido. Trató de ponerse de pie varias veces, pero por encima de su cabeza los aviones estaban listos para atacar a cualquier cuerpo que se moviera. Cuando el CICR lo encontró había estado sangrando durante seis horas. Lo que realmente duele es que Wissam supo 30 días después, que había perdido a su madre, su hermana y su hermano.
Se enteró por casualidad de que los habían asesinado cuando sus cuerpos, enterrados en un cementerio colectivo de Sour, fueron exhumados al final de guerra para enterarlos en la aldea. El Jefe del Parlamento, Sr. Nabih Berry acusó a la ONU de conspiración con Israel y la responsabilizó por este baño de sangre.
Domingo 16 de julio de 2006:
Múltiples masacres en Sour, Jbshit y Aitaroun.
2 masacres en Sour: La primera por la mañana. Destruyeron un edificio de tres pisos con todos sus residentes. 9 víctimas de la familia Alawia, entre las que había cinco niños.
El segundo baño de sangre fue por la tarde: las bombas atacaron el edificio de 9 pisos de las fuerzas civiles. Murieron 10 civiles y otros 50 resultaron heridos. En el edificio estaba la sede central de defensa civil con oficiales políticos y religiosos. Después de la masacre, los cuerpos que se encontraron en el primer piso se enterraron en un cementerio colectivo de Sour, el 21 de julio de 2006.
Aparecieron más víctimas al final de la guerra, por ejemplo Zeinab Fakhoury (60 años), dos mujeres de Sri Lanka y un ciudadano de Nigeria.
Jbshit: La aviación ataca la casa de Adel Melhem.
Número de víctimas: 8 de una familia, entre ellas varios niños.
Aytarouns: Ataque a la casa de dos pisos de Ali y Hassan Al Akhrass, ciudadanos de Canadá. Número de víctimas: 8, entre ellas 5 niños y 6 severamente heridos.
Burj El Chemalys: La aviación ataca la casa de Ramez Al Zayat.
Número de víctimas: 5 ciudadanos asesinados y enterrados en Sour el 21 de julio de 2006.
Abbas: Ataque a la casa de Abdel Aziz Tarhyni.
Número de víctimas: 8 muertos y 12 heridos.
Lunes 17 de julio de 2006:
Ramliehs: Los israelíes rompieron expresamente las convenciones internacionales.
Usaron bombas químicas prohibidas internacionalmente. Los aviones persiguen a los grupos de refugiados que huyen de sus aldeas en Deir Kanoun El Nahr y Kfar Dounin. Su autobús se dirigía al Monte Líbano y a Beirut. Las bombas caen sobre ellos en el Puente de Rmeliyeh.
Número de víctimas: 12 muertos, todos mujeres y niños. El doctor que examina sus cuerpos señala que las bombas químicas que lanzaron sobre ellos penetraron en el interior de sus cuerpos y causaron el efecto de piel negra sin quemaduras. Los cuerpos se depositaron en un cementerio colectivo en Saida, el 8 de agosto hasta el final de la guerra. Los pedazos siguieron moviéndose durante varios días.
Segunda masacre de Aytarouns: La aviación ataca dos casas de Mohammad y Hassan Awada que sirven como refugio a los habitantes de los pueblos vecinos que huían de los bombardeos de sus aldeas.
Número de víctimas: 13 civiles, la mayoría, niños. Sus cuerpos permanecieron sin enterrar, bajo las ruinas, hasta el final de la guerra. De hecho, era peligroso intentar recogerlos ya que las ambulancias del CICR no estaban autorizadas.
Shims: Ataque a una casa situada en los límites de la aldea.
Número de víctimas: 5 muertos y 10 heridos.
Miércoles 19 de julio de 2006:
Srifas: Srifas está de luto por su juventud. Los ataques israelíes han destruido completamente su infraestructura y sus hogares.
Número de víctimas: 42 jóvenes mártires, asesinados en los refugios. Los que intentaron huir no fueron perdonados por los aviones, que los asesinaron en los patios.
Sus cuerpos se quedaron al aire libre y los comieron los perros. Entre las víctimas, nombramos a Abbas Dakrub de 20 años, el único hijo de Mariam Haidar, quien dijo que esa noche permanecerá para siempre grabada en su mente. Las bombas cayeron del cielo como gotas de lluvia. Los jóvenes ayudaron a los ancianos a refugiarse y esconderse en las casas vecinas.
Los aviones los siguieron bombardeando casa por casa sistemáticamente y destruyeron completamente la aldea. Al día siguiente forzaron a los aldeanos a abandonar los pueblos. Ni siquiera podían distinguir quiénes de sus seres queridos estaban vivos o muertos bajo las ruinas. Oum Abass nos contó que se colocó encima de donde estaba el cuerpo de su hijo, pero no pudo hacer nada para sacarlo. Rezó.
Najla Shami perdió a sus dos hijos, Fady de 30 años y Mohammad de 22 años. No lo supo hasta dos semanas después de que murieran, pues había huido de la villa con la joven esposa de Fady, Zeinab, de18 años, embarazada. Le dijeron que sus dos hijos salieron de las aldeas, pero nadie les dijo que Fady y Mohammad estaban muertos.
Primera masacre de Nabatieh: Ataque a una ambulancia que circulaba por un pueblo cerca del edificio del Capitolio.
Número de víctimas: 5 ciudadanos muertos y otros 5 heridos.
Nabi Shits: La aviación ataca la casa de Hassan Cheker, en la que están refugiados él y sus amigos que huyeron de la aldea fronteriza sureña de Mayss Al Jabal.
Número de víctimas: 7 civiles muertos y otros 3 heridos.
Maarabouns – West Bekaa: Las aeronaves VTOL (vertical take-off and landing, tecnología de despegue y aterrizaje vertical) atacan una camioneta que transportaba verduras.
Número de víctimas: 5 ciudadanos muertos y otros 2 heridos.
Selaa: La aviación ataca la casa de Hassans Ayoub.
Número de víctimas: 6 civiles, cuyos cuerpos permanecieron bajo los destrozos hasta el final de la guerra por la dificultad de rescatarlos.
Aynata (Beint Jbeil): Ataque a la casa de Sami Darwish.
Número de víctimas: 4 civiles, cuyos cuerpos permanecieron bajo los destrozos hasta el final de la guerra, por la dificultad de rescatarlos.
Tercera masacre de Aytarouns: Ataque a un grupo de desplazados en la carretera de Burj El Chemaly.
Número de víctimas: 4 civiles muertos y otros 2 heridos.
Martes 25 de julio de 2006:
Segunda masacre de Nabatieh: La aviación ataca la casa de Saad Hamza, donde se refugiaban varias familias.
Número de víctimas: 7 civiles, enterrados el mismo día.
Suburbios sureños: Los aviones atacan a una familia constituida por 4 miembros que inspeccionaban su casa. Mueren todos.
Viernes 28 de julio de 2006:
Hadatha: La aviación ataca la casa de Houssein Sabra, cuando su objetivo era el Houssaynieh (lugar de culto chiíta) de la aldea.
Número de víctimas: 6 civiles, cuyos cuerpos permanecen bajo los escombros.
Kfar-Jouzs (Nabatieh): Ataque al edificio de Danat Al Khalij causando destrozos en las construcciones vecinas.
Número de víctimas: 6 civiles, entre ellos un ciudadano de Jordania.
Deir Kanoun El Nahr: La aviación atacala casa de Abd Ezzedine.
Número de víctimas: 4 civiles. 25 personas del mismo pueblo perecen en la masacre y ataques de Rmeilehs.
Segunda masacre de Yaters: Varios ataques contra casas y en los caminos.
Número de víctimas: 4 civiles.
Dorghayas: Bombardeo de un vehículo turístico conducido por Sheick Mohamad el Husseini. Todos los pasajeros mueren, incluyendo a su familia y su hijastro. Todos los cadáveres se retiran el 11 de agosto de 2006, excepto el cuerpo de Mohamad.
Sábado 29 de julio de 2006:
Nmairieh (Nanbatieh): La aviación ataca la casa de Adnan Al Haraka
Las víctimas: su esposa y 5 de sus hijos asesinados. Milagrosamente él sobrevive, porque unos minutos antes salió a comprar pan.
Ain Arabs: Múltiples ataques sobre varias casas cerca de la planta de agua en Wazani.
Número de víctimas: 6 civiles.
Domingo 30 de julio de 2006:
Segunda masacre de Kanas: Los aviones atacan masivamente un edificio en construcción de la familia Shalhoubs, donde un número de niños, mujeres e inválidos de las familias Shalhoub y Hachems estaban refugiados.
Número de víctimas: Kanas llora nuevamente a sus residentes. Se perpetra otro baño de sangre después del primero de 1996. Se cuentan como víctimas 50 mártires entre ellos 30 niños que nacieron después de la primera masacre. Estaban dormidos en un refugio cuando los aviones atacaron su refugio a la 1 p.m.
Mona Al Hachem, una superviviente, perdió a sus tres hijos.
Hawra Al Hachem y Zeinab Shalhoub perdieron a todos los miembros de sus familias. Por una masiva presión internacional, Israel respetó un alto el fuego de 48 horas.
Yarouns: Los aviones atacan una casa donde los aldeanos están refugiados.
Número de víctimas: 6 civiles, cuyos cuerpos permanecen bajo la destrucción, debido a la dificultad del CICR de rescatarlos.
Lunes 31 de julio de 2006:
Bint Jbeils y Aynatas: Durante el primer día del alto el fuego los equipos de voluntarios de la Cruz Roja y Defensa Civil recuperan 50 cadáveres de entre los destrozos, de los caminos y muertos en sus vehículos en Sour, Bint Jbeil, Aynata , Tayba…
Miércoles 2 de agosto de 2006:
El Jmaliehs – Baalbeck: ¡Masacre perpetrada durante una fallida operación militar en la que se pretendía secuestrar al Secretario General de Hizbolá!
Número de víctimas: 17 civiles.
Viernes 4 de agosto de 2006:
Kaas (en la frontera de Líbano con Siria): Bombardeo de un almacén de frutas y verduras mientras los trabajadores sirios disfrutan de su tiempo de descanso para comer.
Número de víctimas: 50 trabajadores sirios. El CICR no pudo rescatarlos. La Cruz Roja/Media Luna Roja los traslada a hospitales en Homes, Siria.
Al Tibas: Los aviones atacan una casa.
Número de víctimas: 17 civiles, cuyos cuerpos permanecen bajo las ruinas hasta el final de la guerra.
Domingo 6 de agosto de 2006:
Ansars: La aviación atca casa de Ibrahim Assi.
Número de víctimas: 6 civiles.
Durante la operación de rescate, aviones VTOL atacan de nuevo y milagrosamente muchos de los rescatadores y periodistas sobreviven.
Al Nakouras: Los aviones atacan la casa de la familia Ghoreib.
Número de víctimas: 3 civiles.
Lunes 7 de agosto de 2006:
Al Ghassaniehs: Ataque al hogar de Abdallah Tohme.
Número de víctimas: 8 civiles.
Primera masacre de Ghazieh: Bombardeo del centro y los barrios de la ciudad.
Número de víctimas: 15 civiles entre ellos varios niños.
Martes 8 de agosto de 2006:
Segunda masacre de Ghazieh: Durante el entierro de los mártires de la primera masacre, los aviones atacan la caravana del entierro y matan a 16 civiles.
Sheyahs: Un ataque aéreo sobre un edificio de 8 pisos donde se refugiaban muchas familias sureñas desplazadas de Ainata.
Número de víctimas: 50 mártires, entre ellos varios niños.
Britals: Ataque a los barrios.
Número de víctimas: 15 civiles, entre ellos varios niños.
Maaroubs: Los aviones VTOL atacan Mabarat AL Imam Ali, una escuela afiliada al mabarat de Sheick Mohamed Hussein Fadlallah.
Número de víctimas: Muere toda la familia del guardián de la escuela. Su esposa, cuatro niños y un invitado. El padre superviviente nos dice que todos podrían estar vivos, pero el CICR no puede asistirlos y mueren. El 11 de agosto, el CICR se dirige al sitio con el padre Ibrahim Moussa pero los aviones impiden que lleven a cabo su misión humanitaria.
Arassals: Los aviones VTOL atacan la periferia de Arssal en Bekaa Norte.
Número de víctimas: 4 civiles. 2 libaneses de la familia AL Hujeiri (Arssal) y dos sirios.
Miércoles 9 de agosto de 2006:
Machgaras: Los aviones VTOL atacan la casa de dos pisos de la familia Saders.
Número de víctimas: 7 civiles entre ellos algunos niños.
Viernes 11 de agosto de 2006:
Akkars: La aviación ataca el puente de El Hissa. Cuando los civiles tratan de inspeccionar la escena, los aviones militares atacan de nuevo.
Número de víctimas: 11 civiles.
Convoy de Marjeyouns: La aviación ataca a un convoy de desplazados que huyen de Marjeyoun después de que los israelíes ocuparan sus casas. El convoy estaba formado por 50 vehículos militares y 551 turismos civiles. 350 soldados y 4.000 desplazados se dirigían a Beirut con el consentimiento previo de las fuerzas israelíes.
A pesar de ello atacan al convoy en Kefraya–Bekaa Gharbi. 4 civiles y soldados mueren, así como un rescatador en acción de la Cruz Roja, asesinado durante un segundo ataque aéreo sobre la escena del crimen.
Domingo 13 de agosto de 2006:
El Kharayebs: La aviación ataca a un buque costero.
Número de víctimas: 3 pasajeros, entre ellos 2 rescatadores.
El rueiss: La aviación ataca el complejo residencial de El Hassan, en los suburbios sureños de Beirut, y la residencia Mazloum, donde varias familias que viven en edificios próximos han regresado pensando que la guerra había ha terminado al día siguiente de la declaración de alto el fuego.
Número de víctimas: 50 civiles asesinados o heridos.
Bourj El Chemalis: Los aviones atacan una casa residencial en la que se refugian varias personas.
Número de víctimas: 6 civiles, entre ellos una mujer y 3 niños.
Jebchits: La aviación ataca casas residenciales.
Número de víctimas: 3 civiles, enterrados bajo las piedras.
Britals: La aviación ataca casas residenciales.
Número de víctimas: 3 civiles.
Ali Nahris:
Número de víctimas: 3 pasajeros.
Fuentes:
Periódicos de El Safir & An Nahar: noticias publicadas del 12 de julio al 14 de agosto.
Pérdidas en infraestructura
Los israelíes atacaron:
Bases y radares militares del ejército libanés en el sur, Monte Líbano y en el norte.
Instituciones de Hizbolá y civiles libanesas localizadas en los suburbios sureños de Beirut, incluyendo el Cuartel General de la Secretaría General de Hizbolá, del Choura (Consejos), oficinas de Archivos, Estudio e Investigación, oficinas ejecutivas, centros educacionales, sociales y políticos en Beirut, Bekaa y en el sur.
Centros de culto: la mezquita de Imán Alys en Baalbak, múltiples centros de culto chiíes en el sur y en Bekaa. Iglesias en Safad Al Batikh y en Rashaya AL Fakhar localizados en el suroeste de Líbano.
Recursos vitales
Carreteras y arterias de comunicación:
77 puentes importantes y otros puentes menores por todo Líbano
Decenas de autopistas y carreteras importantes e internacionales por todo Líbano, por ejemplo, la autopista internacional de Masnaa, que conecta Siria con Líbano y los pasos fronterizos entre Siria y Líbano.
Los puertos en Trípoli, Ouzay, Beirut y Jmayel en Jounieh.
Las pistas del Aeropuerto Internacional de Beirut desde el segundo día de la guerra, así como las de los aeropuertos militares de Klayat y Ryak.
Por todo el territorio libanés, 80 estaciones de fuel y 5 de gas.
Las centrales eléctricas en Siblin, Sultanieh y Hlalieh.
Los tanques de fuel en la central eléctrica de Jieh: desde los primeros días de la guerra, la corriente eléctrica se interrumpió en casi todas las regiones libanesas a causa del bombardeo, el viernes 14 de julio, de los tanques de fuel de la central eléctrica de Jieh. Estuvieron ardiendo durante semanas, formando una inmensa nube negra en el cielo libanés. El olor del fuel quemado era horrible y provocó muchos problemas de respiración en los vecinos de las cercanías. 10 toneladas de fuel se arrojaron al mar, lo que causó un desastre ecológico que no se podrá remediar en años.
En el sur, la Bekaa, Monte Líbano y en el norte destruyeron las antenas para las transmisiones de teléfonos celulares y teléfonos fijos. Las conexiones se interrumpieron en muchas zonas.
Destrozaron unas 15.000 viviendas, otras 15.000 parcialmente dañadas y casi 30.000 ligeramente dañadas, sobre todo en los suburbios del sur de Beirut, la Bekaa y el sur de Líbano.
Destruyeron 450 camiones de transporte de tamaño medio y pequeño que estaban operando en Líbano o cruzando de Siria a Líbano. Israel también atacó convoyes humanitarios de países árabes u organizaciones internacionales.
Decenas de fábricas en Beirut, la Bekaa y en el sur, incluidas la mayor industria de lácteos (Leche Libanesa) y la segunda granja de aves de Líbano (tanmiya), así como muchas otras de fabricación de productos de mármol y papel.
Fuentes:
Periódico Sal Safir
A.I. (Asociación de Industriales)
D.R.C. (Consejo para la Reconstrucción y el Desarrollo)
S.F.S.O. (Sindicato de propietarios de gasolineras)
Informe del ejército libanés
Pérdidas financieras
Regresión en la exportación: 200 millones de dólares USA.
Regresión en las importaciones generales: 66,3 millones $USA
Pérdidas en el sector del transporte: 386 millones $USA.
Pérdidas en el sector eléctrico: 180 millones $USA.
Pérdidas en el sector de las comunicaciones: 85 millones de $USA
Pérdidas en las canalizaciones de agua: 70 millones $USA
Pérdidas en los sectores de la construcción y comercial: 1.144 millones $USA.
Pérdidas en el sector industrial: 180 millones $USA.
Pérdidas en gasolineras: 10 millones $USA.
Pérdidas en bases militares: 16 millones de $USA.
Grandes pérdidas directas en infraestructura y construcción; en el sector turístico y en inversiones que ya no se podrán realizar, así como una gran regresión en el crecimiento económico.
Tasa de desempleo
La guerra lanzada por Israel ha hecho que aumente de forma muy significativa la tasa de desempleo, que ya era alta en Líbano a causa de la coyuntura económica.
Los expertos económicos señalan que la tasa de desempleo puede subir desde el 9% hasta alcanzar el 20% en los próximos seis meses. En todos los sectores, 55.000 empleados perdieron sus puestos de trabajo. Por ejemplo en el sector de la industria, según la Asociación de Industriales, 90 instituciones fueron total o parcialmente destruidas durante la guerra.
El sector del turismo ha sido el más devastado. Más del 15% de los empleados de hoteles y restaurantes, unos 50.000, están sin trabajo. Más de mil restaurantes probablemente se cerrarán.
Fuentes:
Periódico Al Safir
Ministerio de Trabajo
Ministerio de Turismo
Informe de Amnistía Internacional
Instituciones pedagógicas y culturales
Los israelíes destrozaron muchas instituciones culturales o pedagógicas en el Sur, Baalbeck y los suburbios situados al sur de Beirut, fundamentalmente aquellos que contaban con más partidarios de Hizbolá, por ejemplo, las escuelas Al Madhi y las que pertenecían al Sheik Mohamad Hussein Fadlallah, como la de Al Hadi, para disminuidos ciegos y sordos, Al Mabarat en Bint Jbeil, Cheam, Maaroub y las situadas en los suburbios al sur de Beirut.
Colegios quedaron parcialmente destruidos.
Fuente:
Ministerio de Educación y de Educación Superior
Hospitales y equipos paramédicos
La aviación israelí bombardeó los alrededores del Hospital Jabal Amel, en Sour, lo que causó una destrucción masiva en las casas colindantes. El hospital estaba lleno de pacientes y víctimas.
También atacaron los alrededores del Hospital Najem, en Sour, lo que causó una destrucción masiva en las casas vecinas y en gasolineras y provocó grandes incendios que afortunadamente no se extendieron hasta el hospital.
Bombardearon el Hospital Hikmeh, en Sour. Las tropas israelíes llevaron a cabo una operación militar allí el 2 de agosto para intentar secuestrar al Secretario General de Hizbolá. Esta operación no tuvo éxito. Pero asesinaron a todas las personas que había en el interior del hospital.
Ambulancias del CCRI. Elie Jebrail, un trabajador de una ambulancia, pereció mientras intentaba socorrer a las personas heridas en Bekaa Al Gharbi.
Ambulancias de la defensa civil en servicio que transportaban víctimas o llevaban ayuda a zonas bombardeadas con bombas de racimo. Muchos de los que acudían al rescate resultaron heridos, entre ellos Jodr Ghazal (de 38 años). Bombardearon su vehículo en la carretera Borj Rahal mientras transportaba a los heridos de Srifa. Un avión de reconocimiento le atacó directamente y le amputó un brazo. Hussein Jbeili (de 39 años) resultó herido mientras intentaba salvar a dos civiles en el puente El Zahrani. Perdió las dos piernas. Salam Daher (60 años) resultó herido en Sour. El 23 de julio, bombardearon un convoy en servicio del CCRI en Tebni, con resultado de seis heridos. El 25 de julio un ataque alcanzó a un convoy de la defensa civil en Nabatieh El Fawka, el equipo de rescate se salvó milagrosamente.
El Hospital Bahman, en los suburbios del sur de Beirut tuvo que cerrar.
Sede de la defensa civil en Sour: Numerosos heridos, entre ellos Ali Safieddine y su mujer Nadine Samra. Su única hija murió. También bombardearon la sede de la defensa civil en Deir Seryan dañando muchas ambulancias.
Destrozaron la Casa de los Detenidos Libaneses y el Centro de Rehabilitación Khiam para las Víctimas de la Tortura en el pueblo de Der Seryan (en el sur de Líbano).
Fuentes:
Periódico Al Safir
Informe del Ministerio de Sanidad Pública
Equipos de prensa, periodistas y medios
Atacaron convoyes y equipos de prensa afiliados a medios internacionales o libaneses que estaban cubriendo la guerra en el sur. Israel declaró que constituían un objetivo a pesar de la naturaleza de su misión. Durante los primeros días, los proyectiles alcanzaron al equipo de la NTV mientras trabajaba. Dañaron seriamente su vehículo e hirieron a los ocupantes. Otros equipos sobrevivieron al ataque milagrosamente. Una víctima registrada fue Layal Najib, de 22 años, mientras trabajaba en Sour.
Bombardeo de las antenas y satélites de la NTV, TL, LBC, Manar, LS y Lobnan El Hor en el sur, la Bekka y Kesrouan.
En los suburbios de Beirut destruyeron las estaciones de radio de El Manal y El Tour, controladas por Hizbolá.
Cuarteles de UNIFIL
El 25 de julio los aviones israelíes bombardearon los cuarteles de UNIFIL en Khiam (sur del Líbano). Alcanzaron los cuarteles en catorce ocasiones a pesar de los contactos con los oficiales israelíes pidiéndoles que pararan el fuego. Murieron cuatro soldados de UNIFIL (un australiano, un chino, un canadiense y un finlandés). Se repatriaron los cadáveres el 8 de agosto. La comunidad internacional condenó esta masacre, ¡aunque la Secretaria de Estado de EEUU Condoleeza Rice valoró como inaceptable la declaración del Consejo de Seguridad!
Personas desplazadas
Desde los primeros momentos de la guerra, los ciudadanos del sur de Líbano empezaron a huir hacia Beirut y zonas más seguras. Los últimos en hacerlo fueron los de la Bekaa y los suburbios del sur de Beirut, que se dirigieron hacia Beirut Este, Monte Líbano, el norte y Saida donde las familias acogieron a unos 750.000 desplazados, otros 150.000 se refugiaron en escuelas, 350.000 huyeron a Siria y 70.000 a países extranjeros. 180.000 siguen aún en Siria.
Una vez que se anunció el alto el fuego, la mayoría volvió a su patria y a sus pueblos. Algunos pueblos quedaron completamente abandonados a causa de la destrucción total que habían sufrido y de la amenaza permanente de los explosivos de fragmentación o de los proyectiles sin explotar que dejó Israel.
Fuente:
UNRWA
Secuestros de civiles
Las tropas israelíes secuestraron a muchas personas durante la guerra y después de ella. Arrancaron de sus casas o pueblos a muchos de ellos alegando que eran activistas de Hizbolá. El miércoles 2 de agosto, un comando israelí trató de secuestrar a altos mandos de Hizbolá. Pero Hizbolá y los habitantes del pueblo los atacaron. Murieron 18 civiles y secuestraron a 5. Estos cinco no tenían ninguna relación con Hizbolá y sus nombres eran: Hassan Nasralá y su hijo Bilal, Hassan Burgi, Mohamad Diab y Ahmad Al Kotta.
Los esposaron y los llevaron a Israel en helicópteros. Bilal Nasralá cuenta cómo los sacaron de sus casas esposados y con los ojos vendados. Los oficiales del Mossad los interrogaron uno tras otro en una habitación diminuta. También los torturaron psicológicamente.
El objetivo de la investigación era averiguar si estaban o no afiliados a Hizbolá ya que pensaban que este Nasralá era el secretario general del movimiento Hizbolá y Bilal su hijo. Los deportaron a las prisiones de Affola y Nassra. Veinte días después los soldados israelíes los liberaron cuando tuvieron la certeza de que no tenían nada que ver con el movimiento.
A Mohamad Slim, un pastor de 14 años lo secuestraron en Taraya el lunes 31 de julio. Dijo que tres soldados israelíes lo apuntaron con sus armas y lo llevaron a bordo de un helicóptero a Palestina. Le confinaron en una célula y le dieron una inyección que contenía una sustancia amarilla y una cápsula con un líquido. Seis días después lo liberaron. Incluso después del alto el fuego, los soldados israelíes continuaron deteniendo a civiles e interrogándolos en Israel o en el sur de los territorios ocupados durante horas. Hemos recogido episodios de ese tipo con civiles de Al Taybe, Maroun el Rass, Al Kantara y Adchit.
El 8 de septiembre, las tropas israelíes secuestraron a cinco nacionales libaneses de un centro para minusválidos en el pueblo fronterizo de Aita El Chaeb, donde estaban inspeccionando los establecimientos. Entre ellos había un oficial de las fuerzas de la seguridad general libanesa, Hasan Dakuk. Los condujeron a Israel. A Fares Obeid lo secuestraron después pero todos los anteriormente mencionados, incluido Fares, fueron liberados más tarde.
Fuentes:
Periódico Al Safir: artículos publicados durante y después de la guerra.
Resultados negativos
Las amenazas israelíes de lanzar una guerra de larga duración provocaron que muchos libaneses hicieran acopio de alimentos o sustancias vitales como fuel. Con el refuerzo del bloqueo, los transportistas de fuel no pudieron hacer los repartos. A continuación hubo una atroz carencia de gasolina. Los propietarios de las gasolineras subieron los precios. Los ciudadanos almacenaron todo tipo de alimentos, pan y velas ya que temían que sobreviniera una gran carencia de provisiones, sobre todo en las zonas más peligrosas.
A causa del embargo, se produjeron gran cantidad de desastres humanos, sobre todo en los pueblos del sur de Líbano. El bombardeo masivo del puente de Al Kassimieh y de muchas carreteras con las que conectaba aislaron Sour y otros pueblos fronterizos del resto de Líbano. El bombardeo intensivo de ambulancias, camiones e incluso convoyes humanos impidió que los productos vitales llegaran a los ciudadanos.
Los que no huyeron sufrieron grandes penalidades. Estuvieron privados de alimentos, agua, electricidad y medios de transporte. Ainata, cuya población está constituida fundamentalmente por ancianos, fue la que sufrió mayores carencias. Sus residentes se cobijaron en refugios muy precarios, bebieron aguas residuales y comieron pan duro. Decenas de ellos murieron de hambre debido al bloqueo de Bint Jbeil y Ainata o bajo los escombros de sus casas.
La miseria campaba por doquier cuando los vecinos volvieron y se encontraron con todas sus pertenencias convertidas en montones de escombros, como en Siddikin, Taibe, Bin Jbeil y Aita Chaeb. No había condiciones para vivir, sin agua, electricidad, alimentos, ni siquiera pan. Abu Nayef, de 80 años, dijo que había vivido los peores días de su vida durante el bloqueo. No dejó Marwahin, ni tampoco su amigo. Se escondieron primero en los valles y comieron hierbas durante cuatro días. Luego volvió a su casa y comió Borghol y agua. Abu Hassan se escondió en el tanque de agua de su casa en Bint Jbeil, donde sobrevivió sólo con agua durante 33 días.
En Taibe, sobre todo los ancianos, sufrieron mucho con la invasión israelí. Bebieron agua del lago de regadío y comieron los alimentos caducados que encontraron en las casas vecinas. Cuando los ataques se intensificaron, huyeron a pie a otras regiones más seguras. Los aviones aún siguieron bombardeándolos. Se encontraron los huesos de un hombre y su mujer, de la familia Nahle, en la calle en Deir Seryan. Otro hombre fue asesinado y su hija violada en Taieb. La hija permaneció junto al cadáver de su padre durante diez días.
Deir Seryan quedó arrasado. Las tropas israelíes entraron en el pueblo y de forma deliberada destrozaron muchas casas y robaron los enseres.
Los ataques a los cuarteles de la defensa civil destruyeron muchas ambulancias, lo que imposibilitó trasladar a las víctimas a zonas seguras. Samir Nasser, un voluntario informó que se vieron obligados a trasladar a los ancianos de una orilla a otra del río Kaekaiet al Jessr, cuyo puente fue destruido el primer día de la guerra. La Casa de los Detenidos [en Israel] Libaneses fue salvajemente destruida.
Efectos de la barbarie de la guerra israelí sobre la salud y la sanidad
Las enfermedades que han proliferado durante la primera semana tras el alto el fuego son:
Alergias dermatológicas que se extendieron por los pueblos bombardeados con misiles israelíes. Hemos registrado casos de irritación, inflamaciones, picor en las manos, piernas y en otras zonas expuestas del cuerpo.
Inflamación de la garganta y del sistema respiratorio al inhalar el aire cargado de polvo de las zonas bombardeadas.
Graves diarreas registradas tras comer los frutos expuestos en los campos y jardines bombardeados.
Vómitos, enfermedades nerviosas, ansiedad, reumatismo…
En Zebkin hemos recibido las consultas de 40 pacientes. Sus edades oscilan entre 1 y 14 años. Todos ellos sufrían irritación en la piel y alergia, diarrea y vómitos. La segunda categoría la componían mujeres jóvenes de unos 30 años. Todas ellas sufrían inflamación vaginal, ansiedad y dolores en los hombros.
Los hombres de 30 años o más sufrían dolores de espalda. Los que tenían 50 ó más que ya tenían enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades coronarias e hipertensión necesitaban tratamiento permanentemente. La destrucción de farmacias y el bloqueo de carreteras imposibilitó la aplicación de los tratamientos.
Utilización de armas prohibidas internacionalmente
Bombas de fósforo: Bombas abrasadoras de las que emana un intenso humo blanco que provoca ahogos en los que lo inhalan y quemaduras en la piel. El civil libanés A.B. estaba en el refugio con su esposa cuando su casa fue alcanzada en 1993 por una bomba de fósforo. Inhalaron el humo blanco y padecieron una crisis asmática grave. Él tuvo una alergia respiratoria crónica que le duró más de un año. Trece años después sigue sufriendo los mismos síntomas cuando inhala algo que huela como gasolina hirviendo, pintura o pesticidas.
Bombas químicas: Contienen gas de cianuro que se evapora rápidamente y provoca la asfixia y la muerte de cualquier persona que lo inhale. Horas después causa enfermedades, mareos y debilidad general en aquellas personas que se encuentren cercanas a los lugares bombardeados. Esas bombas químicas fueron lanzadas sobre Qana y mataron a muchos niños y mujeres que dormían en sus camas sin que aparecieran restos de proyectiles. Los equipos de rescate tuvieron los mismo síntomas cuando intentaron llevar a cabo sus misiones.
No podemos constatar evidencias de lo relatado ya que este tipo de bombas se evapora y no hay análisis de laboratorio que pueda probar su existencia. Este gas huele como las almendras amargas.
Bombas químicas que contienen gas mostaza: Estas bombas explotan en el aire incendiando la tierra que tocan y formando un humo muy denso. Provocan quemaduras de segundo grado. Traspasanlos guantes de goma. Muchos de los heridos admitidos en los hospitales sufrieron graves quemaduras. Ningún análisis de laboratorio pudo revelar de qué de sustancia se trataba. Este gas huele como la mostaza, el ajo o la cebolla. Las precauciones a adoptar consisten en ponerse una máscara sobre la nariz y la boca y lavar la piel expuesta antes de que pasen dos minutos del momento de exposición.
Bombas de fragmentación o racimo, que contienen miles de fragmentos que se extienden por todas partes. Tienen muchas formas, piedras, muñequitos, campanas, todas ellas llevan una cinta blanca. Explotan al tocarlas o cuando se agarra la cinta. La población más vulnerable son los niños y los agricultores. Se lanzaron miles de estas bombas en el sur, el 90% durante las últimas horas de la guerra y después de haberse anunciado el alto el fuego.
Bombas de tornillo, que contienen tornillos envenenados. Pueden proyectarse a una distancia de 500 m. y causan la muerte.
Gas nervioso. Causa parálisis y la muerte a todos aquellos que lo inhalan. En cuanto a estas bombas no tenemos ninguna evidencia de que hayan sido usadas durante la guerra
Una nueva generación de bombas: Su contenido aún es desconocido. La piel de la persona afectada se vuelve de color negro aunque no aparecen quemaduras y es causa de muerte inmediata. Eso ocurrió en la fábrica de envasado de comida en el valle de la Bekaa donde trabajaban empleados de nacionalidad siria.
La guerra de Israel contra el Líbano no sólo destrozó la infraestructura del país, también causó daños importantes en el ámbito de la sanidad. Nos tememos un aumento en el número de víctimas y cánceres o enfermedades crónicas.
Bombas de fragmentación
La guerra no se detuvo el 14 de agosto de 2006. Miles de bombas de fragmentación o racimo y minas terrestres se lanzaron sobre las tierras situadas al sur de Líbano. A diario se informaba de muchas víctimas, muertos o heridos. La herencia que dejaron las minas terrestres en los territorios libaneses durante 22 años, hasta el 2000 no ha desaparecido aún. Los dispositivos de fragmentación están extendidos por todas las zonas del sur del país, en campos e incluso en jardines. Impiden que los campesinos puedan cosechar el tabaco, las aceitunas y las uvas
Muchos niños han muerto ya por estas bombas que tienen forma de muñecas o regalos para atraer la atención.
Una inspección y sondeo recientes de la tierra revelaron la presencia de 180.000 dispositivos de fragmentación en zonas bombardeadas. Hasta ahora se han registrado 17 personas muertas y 17 heridas. Las víctimas empezaron a aparecer el primer día después de que los desplazados regresaran a sus tierras. El 14 de agosto, el pastor Ibrahim Amacha murió en Ansar. Se trasladó desde Froun hasta la localidad más segura de Ansar. Dos horas después Hadi Hattab murió mientras jugaba con un dispositivo que encontró en el patio de su casa en Habbouch. La lista se fue alargando después de que en Blida cuatro niños resultaran heridos y en Zawtar Al Gharbi murió Ali Torkiye. Había desactivado antes 150 bombas abandonadas en calles y campos.
El número de víctimas aumentará fundamentalmente entre los agricultores, ya que esos dispositivos se lanzaros en campos y jardines.
Fuentes:
Equipos del Centro de Rehabilitación de Khiam durante sus visitas a los pueblos
El Diyar: artículo del 10 de septiembre de 2006
Según un oficial israelí que participó en la guerra contra Líbano, se lanzaron sobre el sur más de 1.200.000 dispositivos de fragmentación. Calificó este acto de “barbarie” y dijo que un solo misil propaga más de 1.800 dispositivos, que a su vez contienen 1,2 millones de bombas de fragmentación. Declaró: “Lo que hicimos en el sur de Líbano fue un acto de barbarie, cubrimos totalmente algunas zonas con bombas de fragmentación”. El comandante en jefe de la sección de misiles dijo: “Se utilizaron intensivamente los misiles multi escape Organ Stalin, a pesar de su poca precisión. Aclaró que los dispositivos de fragmentación se usaron a pesar de su imprecisión y a pesar de la desviación de 1.200 metros que pueden tener. Muchas decenas de miles de tales dispositivos permanecen sin explotar”.
Los expertos confirman que las bombas de fragmentación no diferencian entre bases militares y civiles. Están prohibidas en zonas pobladas. Añadió que sus fuerzas compensaron la imprecisión de las bombas inundando la región con bombas de fragmentación. Estas acciones han arrasado toda la tierra en el sur del país, y afirmó “no hay posibilidad de alcanzar un blanco definido y el oficial lo sabía”
Un soldado contó que sus aviones bombardearon los territorios libaneses con bombas de fósforo que están prohibidas internacionalmente desde hace diez años. Bombardearon con misiles de fósforo para provocar incendios por todas partes.
Terminó diciendo: “Como soldado en el campo de batalla yo no dispongo de toda la información relativa a los cuarteles de Hizbolá que tenían las fuerzas aéreas. Pero sentí que era inaceptable destruir completamente las calles o barrer totalmente una barriada entera del mapa
Fuente:
Periódico Al Safir, artículo del 13 de septiembre de 2006
CONCLUSIÓN
La guerra que Israel emprendió contra Líbano tenía un único objetivo: DESTRUIRLO. La destrucción de un país miembro de las Naciones Unidas y de la Liga Árabe. Esta guerra ha tenido terribles secuelas en los sectores financiero, social, pedagógico y también en las posibilidades de desarrollo. Sus efectos psicológicos son incalculables. Muchos sectores fueron exhaustivamente destruidos o paralizados.
Ésta no es la primera guerra lanzada por Israel contra Líbano. No es la primera vez que Israel viola las convenciones internacionales con la bendición implícita de la Comunidad Internacional. No es la primera vez que Israel destaca por socavar los principios de los derechos humanos.
Israel tiene detenidos a más de 10.000 libaneses, palestinos y otros nacionales árabes. Algunos de ellos llevan encarcelados treinta años. Han repartido a las mujeres en campos de detención y la comunidad internacional guarda silencio. Cuando la resistencia detuvo a dos soldados israelíes, todas las naciones del mundo se escandalizaron y no repararon en esfuerzos para liberarlos. Israel atacó salvajemente a civiles, destruyó de forma inexorable la infraestructura y llevó a cabo horrendos baños de sangre en los pueblos del sur. Estados Unidos y sus aliados contemplaron durante semanas esta guerra sin mover ni un solo dedo. ¡Querían un nuevo Oriente Medio! ¡Los principios de su nuevo Oriente Medio están escritos con la sangre de los niños de Marwahin, Wana, Siddikin, Srifa y Zebkin!
Israel ha venido cometiendo carnicerías inhumanas desde el primer momento de su fundación: Deir Yassim en 1948, Sabra y Chatila, Sinaí, Qana, Rmeileh, Aitaroun, Jebchit, Nabi Chit (La Bekaa), Ainat, Bint Jbeil, Chiyah… y esta lista no es exhaustiva. Esta alarmante situación nos impele a reclamar lo siguiente:
Establecer un tribunal internacional que condene a los políticos y soldados israelíes por los crímenes de guerra cometidos contra la humanidad. Se conocerá como Tribunal Internacional de Qana.
Condenar a Israel a pagar indemnizaciones por las destrucciones de la guerra de julio de 2006 e indemnizar a las familias de los mártires. Se pedirán disculpas a Líbano por los bestiales ataques.
Suspender a Israel como miembro de Naciones Unidas y de sus organizaciones, ya que es un país terrorista que viola todas las convenciones y tratados internacionales y amenaza la paz en la región y en el mundo.
Condena de los países que pusieron su veto a la resolución adoptada por el Consejo de Derechos Humanos que condenaba las violaciones de Israel el 11 de agosto de 2006 en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
Apelamos al Consejo de Derechos Humanos así como a todas las demás organizaciones de Naciones Unidas a preservar los derechos humanos y a empeñarse en la lucha contra la tortura, la violencia y la discriminación.
Liberar a todos los prisioneros árabes y libaneses de los campos de detención y prisiones de Israel, revelando el paradero de los desaparecidos y devolviendo sus restos.
Puedes ver más documentos gráficos sobre los hechos relatados aquí.
Traducido por Sinfo Fernández y Ulises Juárez Polanco, revisado por Caty R., miembros de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, los traductores y la fuente.