Contra del pacto y los caudillos

(Publicado en Artículos el 18 de abril, 2004)

(Pronunciamiento de Nueva Generación, página dominical de opinión de El Nuevo Diario; y de Los Hijos del Mombacho, grupo literario de Nandaime)
 

Los acontecimientos políticos de la actualidad y los que están por venir, nos hacen ver con suma nitidez que estamos en presencia de la partidarización extrema de nuestras instituciones. Estamos en presencia (y en el padecimiento) de la peligrosidad de la “fiera humana” encarnada en dos caudillos: Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, que se presentan junto a los demás actores políticos a un régimen antidemocrático disfrazados de demócratas en búsqueda del bienestar social.

Se trata pues, de un sistema político corrupto en donde se enriquecen actuando alrededor de sus propios intereses. La corrupción, los pactos políticos, los delitos electorales, las discusiones al estilo lucha libre en la Asamblea Nacional, el narcotráfico y el manoseo a la justicia nicaragüense son una constante obedecida ciegamente (muy al estilo mafia) en las instituciones nicaragüenses, todo por sostenerse en el poder y los beneficios que éste trae, sin importarles nada más. En este ambiente, todo se tergiversa: los caudillos son héroes salvadores de la patria, pero la víctima, es nuestra Nicaragua y (junto a lo honesto que en ella está) es destruida, aniquilada con sus actuaciones. La población nicaragüense recibe de manera continua sobredosis de propaganda partidaria para que acepte y se apropie de la idea de que nuestros políticos y sus caudillos actúan para beneficio nacional, cuando resulta todo lo contrario.

Sin embargo, a pesar de las negligencias políticas de los caudillos tradicionales y demás actores, el pueblo nicaragüense aún no alza (de forma unida y coherente) su voz en contra de estas actuaciones que caen en la ilegalidad e ilegitimidad. Ahora es el momento de luchar por nuestra democracia.

Nosotros, como jóvenes nicaragüenses, sin distingos ideológicos, políticos, económicos, sociales o de cualquier otra índole; como ciudadanos honestos de esta nación totalmente empobrecida, presentamos nuestro total rechazo a la partidarización institucional que se sufre en el país, producto de pactos políticos efectuados entre caudillos. Condenamos este genocidio a nuestra institucionalidad y gobernabilidad, y hacemos un llamado a los jóvenes de nuestro país a ser sujetos activos frente a esta problemática de índole nacional. Ya que es la juventud (como sector mayoritario) la que representa el presente y no sólo el futuro de la nación, y tenemos un país en donde la juventud no tiene donde reclinar su cabeza, en donde, su pecho es como el mar, como el mar que no descansa ni de día ni de noche, como diría el poeta Carlos Martínez Rivas, exigimos un actuar ético e idóneo de nuestros actores políticos. Así también reiteramos la necesidad de que en el país se realicen reformas institucionales de fondo que modernicen al Estado en general, con sumo énfasis en los Poderes Judicial y Electoral, como áreas fundamentales para la bienandanza del país.
 

Managua, abril del 2004.