Mi Carta Abierta para George
George,
Mi familia está pasando nuestro segundo Día de Gracias sin Casey, gracias a usted y sus mentiras. Paso el día llorando en un avión en mi camino para llegar a Crawford para nuevamente pedirle a usted una cita.
Había estado en Crawford por tres semanas en el verano y en Washington D.C. muchas veces pidiendo una cita con usted, y ahora estoy regresando de nuestra vacación en casa para, una vez más, intentar reunirme con usted. No sé porqué usted gusta tanto de Crawford, pero yo lo amo por la Comunidad de Paz Campamento Casey que surgió durante agosto de este año cuando usted no quería reunirse conmigo. Cuando llegué aquí a la Casa de Paz, percibí un sentido de haber regresado a casa y de pertenecer a algo que es mucho más grande que cualquiera de nosotros: una comunidad que está llena de amor, aceptación y paz. ¿Es esto lo que usted siente cuando regresa frecuentemente a Crawford? Además, los bellos atardeceres de Texas agitaron memorias de nuestros días en el Campamento Casey cuando cerrábamos nuestras actividades del día con el ex-Marine Jeff Key, jugando entre las cruces que honraban a nuestros caídos. Agosto fue un tiempo milagroso.
Desde agosto, cuando quise preguntarle por cuál noble causa usted mató a Casey y a los otros, arriba de 200 más de nuestros jóvenes y mujeres valientes han muerto en la farsa de Irak. Sólo podemos suponer cuantos iraquíes inocentes han sido masacrados. Usted todavía no responde mi pregunta. Muchas personas en nuestro país que han visto a sus hijos e hijas asesinados, que tienen hijos e hijas sirviendo militarmente, y muchos otros estadounidenses preocupados, quieren saber la respuesta a esa pregunta, también.
Además, desde agosto hemos descubierto que las fuerzas estadounidenses están usando armas químicas en Irak. El ejército admitió que el fósforo blanco fue usado como un arma de ataque contra “combatientes enemigos”. Oh claro, George, ¿desde cuando un arma disparada desde una distancia considerable distingue entre enemigos e inocentes? Especialmente cuando resulta tan difícil para los soldados en tierra diferenciar entre enemigos e inocentes. Es difícil ignorar o acaso apartar la mirada de las imágenes macabras de los ciudadanos carbonizados de Fallujah.
Por cierto, George, ¿no es el uso de armas químicas prohibido? ¿No dice usted siempre que ‘Saddam es un hombre malo’ por usar armas químicas sobre su propia gente? ¿Entonces es bueno usar armas químicas en Irak porque los ciudadanos de Irak no son “la gente de usted”? Saddam debería estar siendo juzgado por matar a tanta gente inocente. Bombardear ciudades donde ciudadanos inocentes viven y usar armas químicas son crímenes de guerra. ¿Eso le hace a usted un presunto criminal de guerra? ¡Apártate, Saddam! Hay un nuevo villano en la ciudad.
George, por el bien del pueblo iraquí, ¿no cree que sea tiempo de traer a casa a nuestras fuerzas militares de Irak? Es tiempo de parar de matarlos hipócrita y desalmadamente sólo para propagar la marca de libertad y democracia de usted. ¿Sabe la clase de libertad y democracia que a usted le gusta? ¿Donde no se permite discrepar libremente; donde nadie es capaz de pedir al gobierno que rectifique equivocaciones; donde nuestros correos electrónicos pueden ser leídos y nuestros préstamos en bibliotecas son revisados y analizados? Su tipo de libertad y democracia difama a valientes patriotas y les llama cobardes y traidores por atreverse a hablar contra sus políticas asesinas. La mayoría de los estadounidenses ni siquiera quieren la marca de libertad y democracia de usted. ¿Qué le hace pensar que el pueblo iraquí la quiere?
George, también por el bien de nuestros maravillosos jóvenes valientes que con orgullo visten el uniforme de los EE.UU.: es tiempo de regresarlos a casa. Han hecho todo lo que has pedido de ellos. También han hecho cosas que hacen, al menos a la cuarta parte de ellos, grandes enfermos de corazón y alma. Algunos de ellos han sido asesinados tan innecesaria y eludiblemente y otros están regresando a casa incompletos. ¿Por cuál, George? ¿Cuál noble causa?
George, usted tuvo todo puesto en bandeja de plata. No lo culpo de usar la influencia de su familia para evitar hacer el servicio militar en Vietnam. No culpo a nadie por tratar de sacarlo a usted de esa guerra desastrosa y totalmente diabólica. De lo que le culpo es por matar a mi hijo en otra guerra desastrosa y diabólica. Casey no tuvo nada en bandeja de plata. Él estaba dispuesto a servir a su país y de incluso morir para salvar las vidas de sus amigos. Debería estar avergonzado de usted mismo por aprovecharse del honor de Casey y del honor de todos los que están en nuestras fuerzas armadas, de las cuales, el puesto de Comandante en Jefe también fue entregado a usted en bandeja de plata. Pregunte a su Vicepresidente si él cree que Casey pudo haber tenido otras “prioridades” además de morir a los 24 años. Pregunte a su mama si su “mente brillante” aún no está enfadada. La mía está.
¿Usted tuvo hoy el lujo sagrado de tener a sus dos hijas en casa para la cena de Día de Gracias? ¿Gozosamente usted bromeaba con ellas durante la cena como mi familia solía hacer? ¿Les contó viejas historias familiares graciosas y se rieron de los viejos tiempos? ¿Lo hizo, George? Nuestra familia compartía junta una comida y tratábamos de ser felices, ¿pero sabe qué?, no es lo mismo sin un miembro querido de la familia ido para siempre. La muerte prematura de Casey estropea todos nuestros días, pero los días festivos son especialmente difíciles.
¿Irán a la cama usted y Laura hoy y darán vueltas en la cama o mirarán de manera fija a través de la ventana preocupados que Jenna o Bárbara sean asesinadas en Irak? ¿Saltarán ustedes con cada timbre del teléfono, o correrán con el corazón latiendo desesperadamente con cada golpe en la puerta; temiendo al Ángel de la Muerte en un uniforme militar? No lo creo. Dos soldados fueron asesinados hoy en Irak. Ruego al Señor que sus familias no estén simplemente sentadas disfrutando sus comidas cuando La Muerte llegue a decirles que sus días feriados están arruinados para siempre. Nunca hay buen momento para noticias tan espantosas.
Le pido nuevamente que haga lo correcto.
Regrese a casa a nuestras tropas de Irak. No asesine a otros porque las políticas homicidas de usted ya han matado tantos. ¿Cuántas muertes cree que serán suficientes antes de que la de Casey sea “justificada”? ¿58,000? Una era demasiado.
Yo le diré por cuál noble causa murió Casey: paz verdadera y duradera. Favor dignifique todas las muertes deteniendo finalmente los asesinatos brutales: antes de que arruine demasiados días feriados para más gente.
Cindy Sheehan
Madre por la Paz del Campamento Casey
Fundadora del Gold Star Families for Peace
Fundadora del Campamento Casey Peace Foundation
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