«Como dijo Gabriel García Márquez, si la patria es pequeña, uno grande la sueña»
(Juventud nica: dos anécdotas y una invitación)
Hace unos cuatro años miraba inocentemente un certamen universitario de belleza, motivado por ese pinchazo que da la curiosidad al ver en la tele a amigos y conocidos. El certamen de Miss Universidad “X” transcurría de lo más normal. Las luces tricolores alumbraban el escenario, las barras gritaban a más no poder el nombre de sus favoritas y, claro está, las candidatas desfilaban primero con sus mejores trajes de noche y, luego, con los mejores trajes de fantasía, sin desfile en traje de baño porque según los organizadores se trataba de un concurso de cultura más que de belleza.
Al llegar a la etapa de las entrevistas, una candidata llamó mi atención. Ya ni recuerdo el rostro de ella y menos su nombre, pero nunca olvidaré que, a la pregunta “¿Por qué debemos amar a Nicaragua?”, respondió con uno de los discursos más conmovedores y patrióticos que he escuchado en mi vida. El problema fue que, prácticamente cuando esta muchacha ya tenía en su bolsa el concurso con semejante píldora para soñar una mejor Nicaragua, cerró diciendo la línea antológica: “Como dijo Gabriel García Márquez, si la patria es pequeña, uno grande la sueña”.
Está de más agregar que la muchacha no ganó el certamen, y que a pesar de algunas caras de asombro, probablemente la mayoría no notó tremendo desbarajuste bota-quijadas. Aquellos que me conocen, saben que relato esta anécdota cada vez que surge el tema de la literatura o del arte en Nicaragua, específicamente de éstas dos dentro de la generación joven actual (que es la que más conozco por pertenecer a ella), quizá porque después de tantos años de aquel concurso, aún sigue erizándome los pelos de la piel y causándome un sudor frío que golpea mi cabeza cuando me cuestiono: ¿qué tanto representa esa muchacha a los jóvenes de mi generación?
La respuesta no la tengo, pero sí tengo otra anécdota.
Se trata de una supuesta encuesta salvadoreña sobre los hábitos de lectura dentro de la juventud centroamericana, realizada hace unos dos años, y cuyos resultados leí en internet. Sorprendentemente, los jóvenes nicaragüenses menores de 30 años se ubican como los que más leen de todo el istmo, duplicando, y en algunos casos triplicando, los índices de lecturas de los países hermanos centroamericanos.
Entre los lectores más leídos se encontraban (cómo no) Ernesto Cardenal, Sergio Ramírez, Gioconda Belli y el infaltable paisano Rubén Darío (como dijo García Márquez…) como los autores nacionales destacados, mientras que don Paulo Coelho, J.R.R. Tolkien y J.K. Rowling entre los extranjeros.
Si alguien me dijese que sólo escritores con una maquinaria de publicidad enorme están en esa lista, talvez diría que estamos siendo paranoicos. ¿O no? La encuesta dice que a los nicaragüenses nos gusta leer… entonces a los nicaragüenses nos debe gusta leer… gustar leer… ¿verdad que sí?
Tampoco sé, pero en la misma encuesta, cuando pidieron a los consultados que enumeraran los libros que más gustaban de los autores citados, 3/4 partes no supieron vincular autores con títulos, ni siquiera con el autor que habían puesto como respuesta propia. Las joyas que más llamaron la atención fueron:
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De Ramírez conozco y me gusta mucho su último libro de poesía. Cabe mencionar que Ramírez no ha publicado ningún libro de poesía…
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De Cardenal me gusta su poema aquel de amor, porque es tuani, ahorita no recuerdo el nombre pero es un poema de amor que habla de amor…
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De Belli me gusta su último libro… y nadie supo dar el título, que en aquel entonces era El País Bajo Mi Piel…
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Y de don Rubén, mejor ni hablemos. Todo nicaragüense según el estudio en cuestión ha leído y casi sabe de memoria Azul…, pero sólo una persona entre más de un centenar supo dar al menos un título de un texto de Darío contenido en Azul: El Rey Burgués, el primero que se encuentra al abrir el libro.
Pero con los extranjeros la historia fue más graciosa. De Coelho no me refiero porque bueno, ese señor está sentado cómodamente en más de 500 mil dólares dedicados sólo para publicidad de cada lanzamiento editorial, y ya sería el colmo que no sepamos de él. Pero con Tolkien (autor El Señor de los Anillos) y Rowling (autora de los libros de Harry Potter) sucedió lo más genial. El 80% conoce los libros de estos autores “porque han visto sus películas” en el cine o en la televisión… ¡vaya!
Nunca sabré la veracidad de esa encuesta, porque yo quiero creer que a los jóvenes nicaragüenses nos gusta leer, sin importar que tenemos los libros más caros y las bibliotecas públicas peores abastecidas y más polvosas en todo el istmo, en el segundo país más pobre de todo el hemisferio.
Pero no todo es gris, porque a pesar de las difíciles condiciones económicas y de una marginación de parte de los “mayores”, hay pruebas de jóvenes que apuestan todo por la cultura. No coloco nombres para hacer justicia a todos y cada uno de ellos, pero en medio de un árido desierto hay nombres que dan vida y esperanza a un entorno cultural decadente. Hay un buen número de jóvenes que sobresalen, pero también se necesita que desde el MECD y nuestras casas se vaya inculcando desde niños el amor por lo todo lo relacionado al arte, a la literatura, a la cultura.
Sólo así la próxima candidata en un certamen de belleza similar le dará el crédito de la frase a don Rubén, y podremos tener certeza que no sólo conocemos a los autores y sus obras por la publicidad o porque vimos “sus películas”. Podemos lograr una diferencia si realmente lo intentamos.
Recuerdo a alguien decir que el arte es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos y sentimientos de la vida. Quien la vive, es un vampiro, un caníbal. No mintió, pero olvidó agregar algo: aquel que lee también se vuelve más humano.
Para cerrar, y aprovechando el espacio, una invitación. El próximo miércoles 14 de diciembre, a las 7 de la noche en Galería Añil, tendremos la presentación de Retrato de Poeta con Joven Errante, una muestra antológica de poesía nicaragüense escrita por jóvenes, compilada por Francisco Ruiz Udiel y el que escribe. La antología, bajo el sello editorial Leteo Ediciones, será presentada por Gioconda Belli, quien prologa el libro y por Ruiz Udiel. Se trata de la primera antología después de la generación de poetas de los noventa, reuniendo a once poetas jóvenes: Jazmina Caballero, Ezequiel D’León, Emmanuel Detrinidad, Misael Duarte, Nicolás A. García, William Grigsby V., Ulises Huete, Ruiz Udiel, Gema Santamaría y Andira Watson. Es una muestra en que encontramos jóvenes cuya edad oscila entre los 20 y los 30 años, que son de distintas partes del país y que han pertenecido a distintos grupos literarios. Es una buena oportunidad para conocer y evaluar qué están haciendo los jóvenes dentro la literatura nacional. Están todos cordialmente invitados.
Caxias do Sul, Brasil.